Fuente: La Voz de Galicia
Entre otras actuaciones, se extrajeron seiscientos kilos de cangrejo verde y cerca de un centenar de pacas de algas
Desde hace siete años, el Lonxa de Campelo es el ariete al que recurren las cofradías de la ría de Pontevedra —Raxó, Lourizán y San Telmo de Pontevedra— para, ya no solo limpiar sus fondos de algas o llegar a cabo tareas de regeneración, sino también para erradicar las especies invasoras que amenazan los bancos marisqueros. Así, se acometieron en lo que va de 2024 trabajos de retirada de algas y de depredadores, pero también labores de arado de los bancos, ámbito este último en el que meses atrás probaron un arado perfeccionado para remover el fondo marino facilitando la dispersión y crecimiento de la almeja.
«Funciona por inyección de agua, por lo que no solo removerá el sustrato reblandeciéndolo, sino que además al recibir el agua en inyección a través de una tubería podrá disolver mejor las partículas más finas del limo», recogía el pasado abril Marcos Gago para La Voz de Galicia. «Desde el barco se araron todas las zonas de marisqueo a flote a finales de invierno, principios de primavera y se trabajaron también las zonas más bajas de los bancos de marisquero a pie, a donde no se llega con los tractores», precisaron este lunes desde la lonja de Campelo.
En cuanto a las labores de retirada de depredadores, cifran en unas dos toneladas, dos mil kilos, el volumen extraído de los fondos marinos de la ría. De estos, se sacaron unos seiscientos kilos de cangrejo verde, una especie muy común en las playas del litoral de la comarca de Pontevedra, que también destaca por su voraz apetito, de escaso tamaño y, eso sí, nulo valor económico.
En lo que respecta a las algas, desde el pósito precisaron que se extrajeron en estos meses cerca de un centenar de pacas cuyo peso oscila entre los 350 y los más de 400 kilos. «Es alga pura, prensada, sin agua, sin arena. Es alga de verdad», añadieron al respecto.
De igual modo, incidieron en que el Lonxa de Campelo también retiró mejillón que se cría en la arena y que va cubriendo los bancos marisqueros. «Es mejillón que ocupa espacio, asfixia a la almeja que tiene por debajo y, además, consume mucho. El mejillón filtra muchísimo y deja sin recursos a la almeja. Sobre todo en la zona del río Lérez y en la zona pegada a Os Praceres hicimos muchas retiradas y llegamos a sacar algo más de 63 toneladas de mejillón», acotaron recordando que esta embarcación participó en traslados de reloj, que se movieron más de 1.500 kilos, y de almeja, que se desplazaron casi veinticuatro toneladas de este bivalvo de un área a otra.
En el caso del reloj, precisaron que es una especie que tiene prohibida su comercialización por exceso de plomo, ya que arroja niveles por encima de lo permitido por la normativa vigente. En este caso, y dado que se suele concentrar en algunas zonas de los bancos marisqueros, lo que se hace es trasladarlo a áreas donde no se críen bivalvos.
Estas actuaciones explican el porqué el barco del pósito estuvo operativo algo más de 150 de trabajo en estos casi once meses. A este respecto, precisaron que, a la hora de llevar a cabo estas actuaciones, son las propias cofradías del fondo de la ría las que contratan el servicio de esta embarcación a la lonja. Buena parte de estas intervenciones están financiadas, en todo caso, en el marco de proyectos de biodiversidad por la Consellería do Mar y del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa).